Un’opera di Chicharro al museo

Nel mese di maggio del 2018, dopo 18 anni di vita del museo MAMA, la collezione si è arricchita di questo piccolo, prezioso, meraviglioso disegno a matita di Eduardo Chicharro Agüera grazie a Montserrat Fornells, studiosa del fenomeno costumbrista spagnolo. Le cose belle non arrivano mai da sole e qualche mese dopo, perviene al museo l’olio più famoso dell’artista relativo al periodo sardo: il ritratto di Bartolomeo Demurtas, esposto anche questo nella sala degli spagnoli, quasi ad auspicare un dialogo tra i 2 personaggi atzaresi ritratti entrambi nel 1901. Condividiamo con tutti voi questo articolo pubblicato dal quotidiano El Diario Vasco, che ricostruisce la storia affascinante che ha visto Atzara al centro dell’interesse di grandi esponenti della pittura del primo Novecento. 

 

El cuadro de Eduardo Chicharro que conecta Donostia con el corazón de Cerdeña

Di Mitxel Ezquiaga
La historiadora Montserrat Fornells dona a la localidad de Atzara una obra del pintor que descubrió la isla a Antonio Ortiz Echagüe Es una historia de casualidades, como una novela de Paul Auster pero protagonizada por dos pintores de hace un siglo, una profesora catalana-donostiarra de hoy, Montserrat Fornells, y una peculiar conexión entre San Sebastián y la isla de Cerdeña. En medio, un cuadro de Eduardo Chicharro con una joven de inquietante mirada. En el principio está Antonio Ortiz Echagüe (1883 1942 ), el pintor tan vinculado a San Sebastián y al que tiene dedicada una sala el museo de San Telmo. Cuando el artista era estudiante en la Academia Española de Roma conoció a otro pintor pensionado en el mismo destino, que le habló de los increíbles trajes que llevaban las gentes del interior de Cerdeña. Ese otro pensionado era Eduardo Chicharro, el primer artista español que estuvo pintando en Cerdeña, concretamente en el pueblo de Atzara, aunque cayó enfermó de malaria y tuvo que regresar, en 1901. Antes de volver, Chicharro hizo algunos dibujos y cuadros de mujeres de ese pueblo. Antonio Ortiz Echagüe hizo caso a Chicharro y pintó en Cerdeña desde 1906 a 1908. Uno de los cuadros, ‘La fiesta de la cofradía deAtzara’, obtuvo premios internacionales y se encuentra hoy en el museo de San Telmo. La importancia del paso de Echagüe fue tan grande grande que los demás pintores de la isla siguieron sus pasos y nació la Escuela de Atzara. Y por ese motivo hay en ese pueblo de Cerdeña un museo de arte que se llama Antonio Ortiz Echagüe. La historiadora del arte Montserrat Fornells, catalana afincada en Donostia desde hace décadas, expresidenta de los Amigos de San Telmo y autora de una tesis doctoral sobre Ortiz Echagüe, colaboró tanto con Atzara que la hicieron ciudadana honoraria. «Cuando los familiares de Bernardino de Pantorba pusieron a la venta su magnífica colección pude hacerme con esta cabeza de Eduardo Chicharro, de 1901, y pensé que su destino mejor sería el museo de Cerdeña», explica Fornalls desde la isla. Este fin de semana hizo la donación en un acto oficial en Atzara.

 

Nel mese di maggio del 2018, dopo 18 anni di vita del museo MAMA, la collezione si è arricchita di questo piccolo, prezioso, meraviglioso disegno a matita di Eduardo Chicharro Agüera grazie a Montserrat Fornells, studiosa del fenomeno costumbrista spagnolo. Le cose belle non arrivano mai da sole e qualche mese dopo, perviene al museo l’olio più famoso dell’artista relativo al periodo sardo: il ritratto di Bartolomeo Demurtas, esposto anche questo nella sala degli spagnoli, quasi ad auspicare un dialogo tra i 2 personaggi atzaresi ritratti entrambi nel 1901. Condividiamo con tutti voi questo articolo pubblicato dal quotidiano El Diario Vasco, che ricostruisce la storia affascinante che ha visto Atzara al centro dell’interesse di grandi esponenti della pittura del primo Novecento.

El cuadro de Eduardo Chicharro que conecta Donostia con el corazón de Cerdeña
La historiadora Montserrat Fornells dona a la localidad de Atzara una obra del pintor que descubrió la isla a Antonio Ortiz Echagüe Es una historia de casualidades, como una novela de Paul Auster pero protagonizada por dos pintores de hace un siglo, una profesora catalana-donostiarra de hoy, Montserrat Fornells, y una peculiar conexión entre San Sebastián y la isla de Cerdeña. En medio, un cuadro de Eduardo Chicharro con una joven de inquietante mirada. En el principio está Antonio Ortiz Echagüe (1883 1942 ), el pintor tan vinculado a San Sebastián y al que tiene dedicada una sala el museo de San Telmo. Cuando el artista era estudiante en la Academia Española de Roma conoció a otro pintor pensionado en el mismo destino, que le habló de los increíbles trajes que llevaban las gentes del interior de Cerdeña. Ese otro pensionado era Eduardo Chicharro, el primer artista español que estuvo pintando en Cerdeña, concretamente en el pueblo de Atzara, aunque cayó enfermó de malaria y tuvo que regresar, en 1901. Antes de volver, Chicharro hizo algunos dibujos y cuadros de mujeres de ese pueblo. Antonio Ortiz Echagüe hizo caso a Chicharro y pintó en Cerdeña desde 1906 a 1908. Uno de los cuadros, ‘La fiesta de la cofradía deAtzara’, obtuvo premios internacionales y se encuentra hoy en el museo de San Telmo. La importancia del paso de Echagüe fue tan grande grande que los demás pintores de la isla siguieron sus pasos y nació la Escuela de Atzara. Y por ese motivo hay en ese pueblo de Cerdeña un museo de arte que se llama Antonio Ortiz Echagüe. La historiadora del arte Montserrat Fornells, catalana afincada en Donostia desde hace décadas, expresidenta de los Amigos de San Telmo y autora de una tesis doctoral sobre Ortiz Echagüe, colaboró tanto con Atzara que la hicieron ciudadana honoraria. «Cuando los familiares de Bernardino de Pantorba pusieron a la venta su magnífica colección pude hacerme con esta cabeza de Eduardo Chicharro, de 1901, y pensé que su destino mejor sería el museo de Cerdeña», explica Fornalls desde la isla. Este fin de semana hizo la donación en un acto oficial en Atzara.